POR SI ACASO

POR SI ACASO

Con los besos se liberan
millones de mil descargas
sensaciones escondidas
que nuestras almas deseaban.

Como siempre que hablo de ello,
pienso en tí sin darme cuenta,
es como la chispa de una mecha
que se enciende en mi cabeza
y explota con tus besos.

Y es que los besos de amor
se dan dónde y cómo quiera darlos uno,
con la única condición
de que salgan del corazón,
o del alma, sin pensarlos.

Porque, por ejemplo, yo,
me gusta que me los dés
cuando estoy haciendo algo,
escribiendo o leyendo,
o jugando con tu cuerpo
en la hierba o en la cama,
o en medio de un gran teatro.
Porque saben tan requetebién
que hasta el ciego más ciego
y el santo más santo
dirían: YA VEO, YA VEO,
MILAGRO, MILAGRO,
y yo que ni ciego ni santo soy,
te abrazo y te quiero tanto
que solo le pido a Dios
que me beses otra vez.

Y es que ahora que lo sueño
pienso que en las puertas del gran cielo
donde San Pedro se sienta a leer,
justo encima del tejado,
bajo el nido de cigüeñas,
¿lo ves?,
podrían poner un letrero dorado
con rosas, claveles y nardos,
que dijera:
"QUIEN NO SEPA BESAR
NI JAMÁS SE HAYA ENAMORADO,
POR AQUÍ NO PUEDE PASAR
Y AL INFIERNO CONDENADO.
Ya me imagino a los soldados,
dejando las armas, quitándose los cascos,
besándose unos a otros,...
todo sea
por si acaso.
Jajaja.

COMUNERO