EL PRINCIPITO: Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.
martes, 3 de febrero de 2009
GUAU, GUAU
Escribe lo que quieras y no dejes de escribir.
Siente esa voz que te habla en la oreja
y te dice en susurros lo que tienes que decir.
Y dale tiempo al tiempo,
y deja que otros hablen,
tu volverás a tu sitio,
en silencio y calladito,
observando lo que veas,
y algún día,
cuando menos te lo esperes,
saldrán de ti esas ganas y ese don,
el gusto por las letras
los mismos sueños que algunos tuvieron
y ahora tu los vuelves a revivir.
Por ejemplo:
¡¡Tu calla, eh!!
Empiezo:
iba yo paseando por el campo
y vi a un pastor con las ovejas.
Mi sorpresa fue mayúscula
cuando detrás de mí estaba un perrúsculo
con cara de malas pulgas.
Pálido, escuálido y megacagárrido me quedé
menos mal que el pastórrido lo llamó
y mi aflígide se fue con él.
¿A que te lo has imaginado?
¿A que temblabas?
¿Ves?
Pues eso es
porque te has identificado
con lo que yo he escrito y te has creído
que eras tu y no yo el que tenía atrás al perrito.
Y ahora escribe lo que quieras y no dejes de escribir,
que cuando te leamos los demás
creeremos que somos tu
y nos harás, como yo, temblar o reír.
GUAU, GUAU
COMUNERO
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