ADORACIÓN
Amanece en las montañas.
Nieve, nubes, viento frío.
Silencio.
La mirada se me pierde
y un vértigo me embriaga.
Es la soledad más amarga
de rocas que se agarrotan
sin decir nada.
Sufren.
Las montañas.
Tan amigas y tan nobles.
Reinas de sus tesoros.
Compañeras de las alturas
como almenas que suspiran,
hincan sus coronas al cielo.
Duermen.
Montañas de pelo cano.
Desbordándose por recobecos.
Dibujan arrugas de caras
de manos, de anillos en sus dedos.
Abuelas de esta tierra.
Sacro coro de silencios.
Muerden.
Montañas que cuentan sus sueños
a las nubes que las cuidan,
resultado de sus plegarias,
que se olvidan con el viento.
Sienten.
Montañas que estáis vivas.
Os movéis a paso lento.
Viejas montañas paridas
a base de golpes, erosión y fuego.
Miráis con ternura la hierba,
las flores, los arroyos, los polluelos,...
Madres.
¡Soy el guardián de sus almas!
Un águila canta y grita.
Y su eco os santifica
llenándosus los pulmones
de ese aire puro y fresco,
tan lleno de vida,
que hasta el sol cuando nace
llora al ver a las montañas adorándole
de rodillas.
En silencio.
COMUNERO
3 comentarios:
Aplausos y mi admiracion javi,
magistral poema nos regalas.
todo una obra.
muaksssss
y feliz cumpleaños en el dia mas romantico del año.
te quiero mucho amigo...
Comu, las imágenes me recuerdan Los Andes de aquí, tan escarpados y bellos, guardando en sus entrañas, solitarios y mineralizados secretos.
Preciosas imágenes y bellísimas letras. Te deseo un feliz cumple mañana, y un jalón de orejas por cada año.
Un besote
Cecy
Todo poema que comulgue con la naturaleza cuenta con mi adhesión y este no es la excepción. Un gran escrito, compañero
Recibe un cordial abrazo
Publicar un comentario