NUNCA SABRÉ

NUNCA SABRÉ No sabré si mi amor te supo a poco, ni si nuestra relación fue intensa, igual nunca te hice aquella promesa que siempre esperaste. No sabré si lo que dije en ese instante dejó tus ojos inquietos. Si la última palabra acabó sin terminar. Si el rayo de sol que iluminó tu cara dejó un aire pérfido en tu alma que cambió tu manera de pensar. No, nunca sabré eso. Pero me queda el recuerdo de los días y las noches, de tus risas y tus besos, de tu aroma a mil canciones, el sueño de todos mis sueños, eso si, eso si que lo sé. Y sé más cosas de ti. Más de las que tu imaginas. Cosas que no puedes ver cuando miras y no miras. La forma de tu cara, de tus ojos, de tu boca enamorada de tus besos y tus risas, de la nariz de mariposa cariñosa, pamplinera y juguetona, y ese perfume de mujer. Los pendientes que llevabas el día que lo dejamos. Tu cuello desnudo luciendo un colgante brillante de alabastro era tu cruz. Esa cruz. La cruz que desde aquel instante se ha vuelto en mi cruz y no paro un momento en repetirme por dentro porqué pasó esto. Porqué, porqué pasó. Serán rachas de la vida, serán golpes del destino bofetadas que uno u otro día tendrían que llegar. Pero... Uff Dios mío, cuesta tanto de olvidar... COMUNERO