GALADRIEL
Algo había en su mirada
que me hacía recordar...
Aquella mirada amorosa
que decía las cosas
sin maldad.
Eran ojos de mujer,
llenos de esa luz tan peculiar
que tienen ellas cuando te miran
cuando te dicen las cosas sin miedo
como si no hubiera dudas,
como si te entregaran su corazón
entero.
Su mirada, aaaayyy, su mirar...
Qué gloriosa criatura
que delicia escucharla,
cómo se puede olvidar
algo que se te graba
cuando todo al rededor
es polvo y nada.
Siempre va conmigo
allá donde yo vaya.
Como un ángel, como el sino
que siempre nos acompaña.
Si,
esa mirada es mi destino,
es la luz que me regala
calor y cobijo,
una sonrisa por las mañanas.
Digamos que estoy enamorado,
y que todo lo que aquí escribo
es por ella y sus palabras.
Digamos que tu la has visto,
y dime si a ti no te pasa.
COMUNERO
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