TELENOVELA

TELENOVELA

Sea quien sea,
el que sea,
que la llame cuando sea,
que ni come,
ni bebe,
y yo creo que la están saliendo ojeras.
Que la niña no se cuida,
que se mira al espejo
y no tiene esa alegría
que le daban sus palabras
aquellas que todavía resuenan,
las mismas que ahora se pierden
en la lejanía.

Y nos tiene preocupados
todos vamos caribajos al llegar a su portada,
hasta las mujeres del barrio
comentan en las solanas
"-¡Un cabrito, un capullo, un desalmado!
Un demonio sin alma."
Sin alma y sin compasión,
un sinvergüenza
que dio su palabra a esta chiqueja
y se marchó.
Uno, que la prometió cielos y tierras,
que la llevaba en volandas a donde él dijera,
que la hipnotizó con los ojos,
con su boca,
con sus manos de caricias y palabras,
y cuando se cansó,
sin explicación,
pegó media vuelta y adiós.

Ya no sale la niña a la calle,
las personas la dan vergüenza,
que se van a reír de ella, todos,
que la van a llamar INGENUA.
Y se queda sola en casa
distrayéndose con la televisión,
y cuando ve ciertas telenovelas
algo dentro de ella,
y muy dentro de su corazón
la emociona, y la consuela,
y junta las manos y reza
por el alma del que fue su amor.


COMUNERO