lunes, 3 de diciembre de 2012

CAPUCCINOS





CAPUCCINOS

Demasiado mayor
me decía,
y su risa me perdía
y soñaba que era mía
aunque yo ya lo sabía
que jamás estaríamos juntos.
Y es que no me daba cuenta
ni quería suponerlo
que mis años
eran obstáculo
para poder seguir hablando.
Yo era joven,
ella lo tenía tan claro
que por no querer hacerme daño
siempre me lo hacía.
Y quería distanciarse
cuando yo estaba a su lado.
Se apartaba cuando cogía su mano,
miraba para otro lado
si quería hablarla.
Sin embargo,
con ella estaba agusto,
la contaba mis problemas
mis sueños y mis anécdotas,
era como si escribiera
un póster de mi vida entera
mientras que ella,
callaba,
sonreía
y nunca decía
lo que sentía.
Hubo una vez,
que me acarició la cara,
y una lágrima se derramó
de aquella profunda mirada.
Su cabello ya blanqueaba
y aunque lo disimulara
sabía que los años no perdonaban
pero el corazón respondía
y los sentimientos asomaban
como asoma la curiosidad
cuando cree que no hay nada
de qué asustarse.
Seguimos viéndonos,
a las cuatro de la tarde
en el mismo restaurante,
tomando un café en aquel invierno.
Si, fue por ahora,
y hacía este mismo tiempo...
La taza en sus manos
calentaba sus dedos.
Hola.
Hola.
Uff, qué frío hace,...
Si, se está mejor dentro.

COMUNERO

3 comentarios:

Arisenag dijo...

El sentimiento no tiene edad .. Me apena pensar que algo así pueda suceder y perderse en la nada algo tan bello solo por una diferencia de edades ..
Preciosas letras para contar algo tan triste ..

Un cálido abrazo

Unknown dijo...

TAMARA, muchas gracias por tu invitación, intentaré hacerf algo pero no te lo aseguro eh?

Un abrazote por el esfuerzo que hacéis en vuestro blog y espero que continúe así.

Saludos.

Unknown dijo...

ARIIIIISSSS, muchísimas gracias por pasar y dejar tu comentario.

Un besote amiga.

¿De dónde eres?

Subir

RECETA DE HOY


PREMIO ESCUDO DE POETAS

PREMIO ESCUDO DE POETAS

ASÍ ESTAMOS EN EL RANKING

Wikio – Top Blogs