LA DROGA
Caricias de ternura
eran las que buscaba,
cuando en sus venas clavaba
una droga adulterada.
Sabía donde encontrarla,
y sabía que lo mataba,
pero el dolor que sentía
su cuerpo lo consumía
y no podía frenarla.
El "caballo" de heroína
cabalgaba por su sangre
y en mitad de una calle
la muerte le sonreía.
No era ella su tesoro,
ni tampoco el gran amor,
y aunque sintiera temor
al acabose de sus días,
sintió que su mente flotaba
y sus manos, y sus ojos,
dejaban volar a su alma.
En la calle como un perro,
yacía cubierto de sombras,
y el sol de la mañana
cuando iluminaba su cara
creía que estaba viendo a Dios.
Y sonreía y se emocionaba,
mientras que su pulso se paraba.
Ya es tarde
sus latidos se apagan.
Su cara se ha vuelto pálida.
Una jeringa clavada
de una droga asesina,
cambia la vida por muerte
y las risas por lágrimas.
Su frente mira al cielo
y el Dios que todos queremos
le está abriendo los brazos.
Un viaje de solo ida,
mientras aquí, en la tierra,
todos nos llamamos "hermanos".
COMUNERO
2 comentarios:
Es una historia que conmueve y remece, me gusta como lo has escrito.
Una dramatica realidad que nos parece tan ajena,sin embargo está muchas veces mas cerca de loq ue imaginamos. Un placer pasar por tus letras. Saludos de amistad
Cecy
Muchas gracias LUCIERNAGA POETA,por pasar por estas letras. Así es, la droga es una amiga que más valiera no conocerla nunca.
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