VAMPIRO II

VAMPIRO II Vamos a suponer que tenemos que matar a un vampiro que viva onde vive el conde Draculá. Espero que vengas conmigo y que no te dé miedo hacerlo según dicen un crucifijo es el mejor remedio para auyentar a estos bichos aunque yo por si acaso me llevo al perro. Leamos las instrucciones: se coge una estaca un candelabro o una vela y en la otra mano un martillo de los que vende cualquiera. Acérquese despacito, la tapa levántese y la persona que lleve los utensilios dispongasé. Nada de nervios esto es sencillo uno sujeta y el otro da. ¿Lo ven? Coser y cantar. Vamos a ver. ¿Quién coge las cosas? ¿Quién sujeta el martillo? ¿Quién da con la estaca? ¿Quién levanta la vela? ¿Quién enciende la tapa? ¿Quién le dice al Drácula si se despierta, que aquí no pasa ná de ná? Seguro que con el cague mi perro no aguanta y o se marcha o se pone a cagar. Pero yo me imagino tu y yo en ese castillo dejando detrás un sendero de diarrea en el camino. Y que no se oiga un criieegg ni un ¿QUIÉN VAAAA? Que yo me marcho de allí y no paro de correr hasta China o más allá. Oye, mira, mejor lo dejamos como está y si el tal Drácula viene que llamen a Suarzsenegger o a Rambo o al mismo Supermán y que le den un tortazo de los que ellos saben dar que estábamos tan tranquilos y paqué nos vamos a complicar. Ok? COMUNERO