LAS VOCES DE UN CIGARRO
¡Qué mal sabe este cigarro,
que me está envenenando
y me quema las entrañas!
¡Qué cigarro más amargo,
más dañino, más cansino,
más amigo de la muerte
y yo que soy un demente
me lo fumo y trago el humo
pensando que tengo a alguien al lado!
Y es que solos, él y yo,
cuerpo a cuerpo, reímos,
lloramos, luchamos, alucinamos,
al cielo solicitamos
que no termine nunca este encuentro,
este trato, este abrazo,
este sentimiento de hermanos
que se va debilitando
entre las yemas de mis dedos
amarillos, gritando en silencio,
sin remedio y sin quererlo,
dejándose morir sin apagar.
Es hablar con el más allá,
como un indio con los muertos,
solitario, apartado, rodeado de espectros
que me miran y susurran
¿NOS LLAMASTE?
AQUÍ ESTAMOS,
YA VES QUÉ POCO TARDAMOS,
PIENSA QUE NOS LLAMAS POR TELÉFONO
QUE NOSOTROS TE HABLAMOS,
TE DECIMOS, TE AYUDAMOS
MIENTRAS SIGA ENCENDIDO EL CIGARRO.
Y SI SE APAGA, CORRE,
ENCIENDE OTRO
O NOS CALLAMOS.
COMUNERO
3 comentarios:
Pues, sera cierto que para muchos sea un compañero, y muy querido, por a cada poco salen a carlar a solas con ese humo que se esfuma, pero antes deja huella en el amigo que va dejando en tierra.
Muy bien explicado.
Un abrazo de tu abuela.
Ay, el humo, compañia en momentos tries y en momentos alegres. Sin duda es una mala compañía, pero eslo que hay.
vaya has estado charlando con tu puro otra vez, es que te imagino ahi, cara a cara con el cigarrillo, y hay, cuantas verdades te pueden decir a veces, como este gran poema que haz escrito, a ver si mas fumadores lo leen, y ya toman consciencia que pues, el daño es para todos, un besito
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