DI-VORCIA-DOS
Como pasa en algunos cuentos
la princesa se va con el príncipe
y el dragón muere sin remedio.
Así fue nuestra historia.
Tu volviste a tu cuento,
al palacio de tus sueños
y yo te quise borrar de mi memoria
y mis penamientos.
La verdad que no fue muy dichoso
el camino que recorrimos.
Por un lado tu mandabas
y yo obedecía como un corderito.
Y para corderitos estamos,
para aguantar regañinas,
y a la mínima
me culpabas de algo.
¡Vete a la porra!
¡Déjame en paz!
Que te aguante tu tía
y si algún día
me quieres llamar
no vengas como la reina
y aprende la humildad.
Que todo gira alrededor tuyo,
y también alrededor de los demás,
que pasear conmigo es ir al lado,
no delante, ni detrás.
Si te falta algún verano
no te hagas de rogar.
Que la vida es muy valiosa
y no para desperdiciar.
Así que cuídate mucho
y elige con quién vas
porque como sea como tu quieras
en dos días te manda a cagar.
COMUNERO
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