SÉ FELIz
Todo
fue bonito, todo.
Desde
el principio,
la
forma de conocernos,
las
risas,
las
preguntas,
las
respuestas,
las
maneras de contar
y
de expresarnos.
Incluso
los cabreos.
Las
mil y una noches
que
pasamos
hablando
y hablando,
soñando
y contando
lo
que la vida deja.
Hasta
el final.
Si,
si.
Hasta
el final fue bonito.
No
hubo broncas,
ni
tirar platos al suelo.
Solo
fue como ver
un
barco que se va
y
el humo va escribiendo
the
end.
COMUNERO
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