... TU COMPAÑÍA
Ahora,
que ya me voy a acostar,
me llegan de ti esos recuerdos
de aquel tiempo
en el que hablábamos
como si empezáramos a conocernos.
Era un misterio
que los dos queríamos recorrer,
tu me preguntabas y yo te contestaba
y otras veces era al revés.
Jjaja, y las ganas que teníamos de vernos,
y esas ganas de salir de trabajar y charlar contigo,
y estar mirándote hasta las tantas,
y al día siguiente seguir con el mismo pensamiento
de acabar pronto para buscarte.
Fuiste tu la que me enseñó
la que me llevó de la mano por los senderos del amor
y me fue guiando,
la que suavizaba los errores y
me regañaba como a un cachorro
cuando no trae el palo
y se queda jugando con una mariposa.
Los dos creamos poesía,
más bonita que esto que ahora estoy escribiendo, claro.
Pero si, era una poesía
cada risa, cada enojo,
cada palabra que no se decía,
o las que nos decíamos por no dejar
espacio al silencio.
Recuerdo mucho aquellos días
y aquellas noches,
y aquellas horas al teléfono,
o en el ordenador,
prometiéndonos amor,
cariño, alegría, ...
pero sobretodo, y lo que más...
TU COMPAÑÍA.
COMUNERO
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