... Y TIRO POR QUE ME TOCA
Con el amor
no hay que hacerse ilusiones.
Siempre estás a punto de perder.
O así lo veo yo.
Y es que el amor es como el juego de la oca,
tiras el dado
y si sale el seis
vuelves a tirar
y avanzas tan rápido
que parece que el camino
es coser y cantar,
pero ay de ti
si por un casual
caes en la casilla de volver atrás.
Te toca esperar
que jueguen los otros participantes
y reflexionar.
Esperas tu turno y te toca mirar
incluso crees que no vas a volver
a ver la posibilidad
de llegar al punto donde lo dejaste
antes
de ponerte detrás.
En fin,
tendrá que ser así.
A nadie le amarga un dulce
pero cuando la suerte
no está de tu parte
solo te queda
seguir jugando
y REZAR.
COMUNERO
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