LA TRISTEZA
Hay veces, no siempre,
que la música te hace recordar,
y rememoras aquellos tiempos
en los que la vida era un sueño,
que tu eras más joven
y los demás eran viejos,
ese tiempo al que creías
que nunca llegarías.
Que los que estaban, seguirían estando,
y que tu seguirías siendo
el niño ése que eras.
Hay veces, no siempre,
que ves la silueta de un pájaro
que se posa en tu ventana
y te quedas mirando sus ojos,
su pico, sus plumas,
el nervioso subeybaja de su cola,
y te hace reír.
Y sueñas cogerle entre tus manos,
acariciarle con suavidad,
sentir su respiración y su corazón
latiendo rápido, hasta que llega el momento
y se va.
Hay veces, no siempre,
que cuando oyes un violín
desgarrando el firmamento,
crees que va a ser el último aliento
de alguien que no quiere sufrir más
y te pones triste, y una lágrima aparece
y culpas a una mota de polvo
que te entró.
Pero no, tu ya sabes que no es eso,
que es solamente un momento
en el cual la razón no rige,
la consciencia se detiene
y mandan los sentimientos.
COMUNERO
2 comentarios:
Nada es más hermoso que dejar fluir los sentimientos ...
Un cálido abrazo
Muchísimas gracias ARIS.
Cierto es que los sentimientos cuanto más dentro los lleva uno, más parece que te piden salir.
Un besote, amiga.
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