SIN ALIENTO
Un lugar en mi vida
se llenó con tu llegada.
Y cada hora y cada día,
siento que me voy llenando
con cada una de tus palabras.
Me gustas tu,
que lo sepas,
y aunque te hagas la sueca,
te seguiré queriendo igual
de aquí hasta allá,
de hoy hasta mañana,
desde mi cuerpo cubierto de deseos
hasta tus sueños cubiertos de sábanas
de besos y de caricias,
de mi amor que en ti se traba
y se agarra como enredadera
trepando y subiendo
desde tus pies a tu cara.
Por tu cintura bajando,
en tus pechos deteniendo,
saboreando,
endureciendo,
mi cuerpo y tu cuerpo
escalando una montaña.
Dos árboles lado a lado,
te como,
me muerdes,
te abrazo,
me enciendes.
Suspiro por tus palabras,
lloras y ríes,
¿qué dices?
Nada.
Espera,
aguanta,
no tardes,
me matas.
Serpenteo entre tus piernas
entro y salgo,
vienes y te marchas.
Nuestros ojos se han cerrado,
sudor, ardor, placeres, tu espalda.
Mi pecho.
Nuestros pies siguen jugando,
mis dedos entre tus dedos cantan,
y se rozan y se atrapan,
y se aprietan fuertemente
cuando mezclo con tu boca
mi saliva y mis ganas
de besarte y poseerte,
y no dejar nada de nada.
Tu pelo
mi remanso,
mezcla de vida,
mezcla de muerte,
mezcla de olores y fantasía,
mezcla de ti y de mi,
mezcla de risas.
Mezcla de gemidos, de miradas,
de eflubios, de guerra,
de animales que se vuelven fieras.
Olas del mar calientes,
espuma que se desvanece y salta.
Ahora tu,
ahora yo,
dame más,
tómalo.
Felicidad,
placer,
descanso,
AMOR.
COMUNERO
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