A MIS AMIGOS
Hay momentos
que te gusta que otros hablen.
Que te cuenten de su vida,
sus penas, sus alegrías,
sus rutinas y sus viajes.
Es como si al escucharles
te pudieras transportar
junto a ellos,
y los ves, imaginando,
moviéndose como lo hacen,
corriendo de acá para allá,
divirtiéndose, maldiciendo,
enfrentados contra el mundo
y su universo,
y te crees que son tus héroes.
Sueñas que si tuvieras
a alguien así, al lado,
convertido en tu guardián,
no habría fuerza capaz
de detenerte.
Los amigos son así,
algo locos,
algo maníacos, jaja.
Son como los duendes
que se esconden y aparecen
sin llamarles.
A veces,
jajaj,
a veces son como moscardones,
jaja,
quieren saberlo tooooooodo,
y otras,
parece que ya lo saben.
Y te callas,
y les dejas que ellos hablen.
Y de pronto te preguntan:
¿ME ESCUCHAS?
Y te quedas medio bobo
respondiendo afirmativo
para que no se enfaden,
pero en realidad solo oyes
esa voz que vuela y vuela
y entre los tintineos de los cafés y las botellas
sus palabras son la música
que te hacen ser FELIZ.
COMUNERO