VOLVIÓ A SONREÍR LA NOCHE
Volvió a sonreír la noche.
Se dejó acariciar la luna.
Los ojos que perdieron su brillo
recibieron la chispa de la luz más pura,
y el poeta sonrió
y la musa regresó
y la boca se llenó
de los besos que guardaba
que ya se hacinaban
por debajo de la cama
de su habitación.
Regresó la sonrisa,
la vida que tanto ansiaba,
todas las pesadillas
se fueron volando por la ventana.
Y el poeta se sentó
y encendió su cigarrillo,
y aspiró fuerte,
y tosió sin querer,
pero no le importó,
estaba tan alegre
que ni si quiera la muerte
le incomodó.
Hasta la hizo un hueco
justo al lado suyo,
y hablaron como si nada,
como amigos de batallas,
y lloraron
y rieron,
y contaron el tiempo que hacía
que no se decían las cosas sin pelos.
Y mientras la muerte dormía,
el poeta seguía despierto,
soñando riendo escribiendo
como un niño con zapatos nuevos
que comienza a dar sus pasos
y no quiere tropezar,
había vuelto su hada
envuelta en traje de plumas,
con su varita mágica
y su caperuza.
COMUNERO
4 comentarios:
Comu. Contigo parece darse eso de que la práctica hace al maestro.
Cada día escribes mejor. Siento profundo orgullo de ser testigo de tu crecimiento cómo poeta.
Es muy bello el poema, de verdad me alegra el venir cada noche a leerte.
Un abrazo y cariño
Cecy
Hola chaval, preciosa tu forma de escribir, y preciosos sentimientos.
Abrazotes grandes.
Muchísimas gracias LUCIÉRNAGA, pero no sé yo, igual ha sido un espejismo, puede que mañana no escriba igual.
Hay veces que uno se siente tan absorto en lo que escribe que no se da cuenta hasta que lo vuelve a leer.
Muchas gracias por pasar y comentar. Me alegra, de verdad.
Un abrazote:
AAAAUUUUUMMMMFFFFMMMMMUAAK
Muchas gracias querida AMBAR, es un placer leer lo que dices.
Muchas gracias, amiga.
Un abrazote inmenso:
AAAAUUUMMMFFFFFMMMMMUUAAAAKKKKK
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