LAS CARACOLAS DE TU PELO
Mi amor se ha vuelto a enredar
en el ensortijado pelo de tus rizos,
bucles de cataratas que acaricio
y no me canso de acariciar.
Filones de oro puro, amarillo, casi blanco,
como la paja del trigo cuando se siega,
como el sol a medio día que lo miras y te ciega,
brillo mate, color frío, hierro fundido colado.
Redobles de silenciosos colgajos,
fandangos, bulerías, via crucis o jotas,
ríos de surcos clavados como espinas en tu boca
cuando llueve y se te moja y en tu puerta nos besamos.
Cantarín tu pelo rubio
encrespado, enmarañado, juguetón, maleducado,
saleroso, caprichoso, laberinto de minotauros
que son mis dedos y tu pelo, su refugio.
Así es tu pelo caracolero,
bautismo de agua bendita
que si lo tocas te santifica
y algunas veces, crees tocar el cielo.
COMUNERO
1 comentario:
Hola chaval, Bendito pelo el de ella, benditas las caracolas con las que juegas chaval, yo no tengo caracoles, mi pelo es rubio, oscuro, cortito y no es mal educado es callado y modosito.
Precioso poema.
Un abrazo de tu abuela.
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